miércoles, 28 de junio de 2017

Ana y los Vampiros emocionales

Hay días en los que quedo en casa de Ana, es lo bueno que tiene el tener llave, entro y salgo cuando quiero y puedo esperarla ahí . Asalto el frigo y su armario con alevosía y dependiendo de la hora, hasta con nocturnidad.
Siguiendo el camino de siempre, me descalzo de un puntapié, entro en la cocina, dejo mi mochila sobre la encimera de Silestone  negra y cojo una cerveza de la zona menos fría porque mi princesa sabe que las cosas heladas y yo, no nos llevamos bien, así que siempre tengo unas latas esperando junto a las salsas en la puerta del frigo.
Recojo un par de revistas de esas que entran con el dominical y que Ana siempre deja en la entrada para bajarlas al contenedor azul y mientras me siento le echo un ojo a un artículo sobre "Vampiros emocionales" y de inmediato me imagino a Brad Pitt y a Tom Cruise en su entrevista,chupando mi cuello y lo que no es mi cuello, aunque sé que no se refiere a ese tipo de emoción.
El sonido de las llaves en la cerradura y un "helouuuuu" me avisan que la dueña del cortijo ya ha llegado. Con su gracia característica me besa en la frente y suelta nuestro saludo de bendisioooon, arrastrando la O durante unos segundos.
-¿Qué lees Mer?, me dice mientras saca una Voll Damm , le da un trago y se limpia los morros con el dorso de la mano.
-Un artículo sobre los mal llamados VE, 
Ana levanta las cejas ,como acostumbra cuando no sabe de que narices estoy hablando. 
-¿Qué es un VE?.
-Un espécimen que por desgracia no está en peligro de extinción... un mal bicho en todos los aspectos. Si por desgracia ,alguno entra en tu vida, reza para que no enfoque en ti su señal de radar.
Son seres tóxicos, carentes de empatía que consiguen llevarte al huerto a la vez que son capaces de hacerte sentir feliz por contar con ellos en tu existencia gris y anodina.
Te harán pasar por estados de culpa cuando no puedas dedicarles todo el tiempo que te van a exigir, te manipularán a su antojo llamando la atención, tu atención y absorberán toda tu buena energía hasta dejarte tocado y hundido.
-¡Joder Mer! 
-Si a eso le sumas que puede  haber sentimientos por una de las partes, ¡apaga y vámonos!. Entonces ya no volverás a ser persona, será tu mundo de la mañana a la noche, te anulará mientras te saca hasta la cerilla de los oídos como decía mi madre. Un vampiro que no te chupará la sangre pero te dejará seca de todo lo demás. Apostaría a que incluso padecen un trastorno histriónico de la personalidad.Lo que te digo un mal bicho.
-Y , ¿cómo reconoces a semejantes chupópteros?.
-No tengo la fórmula mágica para detectarlos pero te puedo decir que son personas negativas, que nunca tienen un momento de felicidad. ¿Recuerdas a Sebi , la pareja de Coral?- Si- responde Ana- Pues ahí tienes a uno. 
-Vale, ahora te entiendo Mer, ¿ qué podemos hacer contra ellos?
-Podemos empezar por hacernos un collar con una ristra de ajos.
Ana levanta la cabeza, me mira y suelta.-Mer, deja la cerveza-.

miércoles, 21 de junio de 2017

Ana y las pequeñas cosas

Mientras espero que Ana llegue, me sirvo una copa de vino y me siento en mi butaca preferida frente a los grandes ventanales.
Tomo prestado el portátil de la princesa para mirar mi correo y navegar un poco`por las redes sociales.
Al mover el touchpad  se abre una página con un archivo que reconozco como mío. Sonrío al saber que Ana está leyendo Todas aquellas pequeñas cosas.
Siento que te pertenezco más allá de preguntas y respuestas , que soy tuya a distancia y sin más compromiso que ,el yo quiero y el tú quieres, porque nuestro mundo de amaneceres incompletos está lleno de millones de pequeñas cosas.
Una sonrisa tuya en mitad de un beso, tus manos sobre mi hombro mientras vemos una obra de teatro, mi cara enterrada en tu cuello buceando en el aroma de tu colonia, tu abrazo al andar, como lavas mi pelo en la ducha aprovechando entre beso y beso, el jabón que pones en tu mano antes de deslizarlo por mi espalda, tu risa en los mensajes de whatsapp, la forma en que te duermes en un instante, el desayuno que  dejas preparado en la bandeja antes de irte aunque el zumo de naranja pierda las vitaminas, tus, en un momento te llamo cuando la espera se puede convertir en horas, tu despiste y tu desorden....
Compartir sofá para leer mientras suenan clásicos del blues o el jazz, que adoremos a Ella Fitzgerald o Nina Simone, que tengamos diferentes opiniones sin que haya una guerra, aprender de ti, conversar sobre tu día o el mío, saber cuanto te cuesta mantener las manos alejadas de mi cuerpo cuando me ves, tu táctica para besarme y hacerme perder la razón, tu honestidad .
Tus comentarios a medias que he de descifrar, los nombres  de tus amigos que por fin he logrado memorizar, tu mirada cuando entras en mí, los gemidos compartidos, las manchas en el sofá...
Escucho el ruido de las llaves en la cerradura y al grito de -¡ Quién vive!- Ana responde con un -la dueña del cortijo-.
-Hola preciosa- me dice mientras besa mi mejilla. Deja el bolso en la encimera de la cocina y se sirve una copa.
-Hola princess, estoy leyendo Todas aquellas pequeñas cosas, no sabía que lo tenías.
-Mer,me encanta ¡qué bonito tener tantas cosas compartidas con alguien! aunque según tú ,sean pequeñas.
-Ya sabes lo que dice el maestro Serrat, son aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas....Realmente son grandes momentos que he compartido y que me han hecho enormemente feliz en  ese instante. Quedan en la memoria y en la retina. Puedes cerrar los ojos y revivir las sensaciones una y otra vez y es fantástico. 
-Mer , ¿lo recuerdas todo?.
-Jajaja, todo no, pero puedo describirte a la perfección lo que sentí con nuestro primer beso, todavía si cierro los ojos , noto su sabor, el calor de sus labios, el ansia de su boca, el tacto de su cara en mis manos, la excitación...
-Envidio tu capacidad para sentir Mer. 
-Bueno Ana, no sentir es vivir a medias. Espero tener muchos más momentos como esos para poder almacenarlos en mi cabeza porque ¿acaso las almas atormentadas, no se alimentan de recuerdos?- le digo mientras sonrío.

miércoles, 14 de junio de 2017

Ana y el pasado

Estar en casa de Ana me llena de una especial serenidad. Todo es tan nítido, tan puro, desprende tanta luz que es difícil sentirse incómodo, a no ser que la reina de la casa te haga una de sus preguntas trascendentales...
-Mer, ¿te arrepientes de algo del pasado?.
-Intento no hacerlo, aunque no soy perfecta... pero, ¿a qué te refieres en particular?.
-Hoy he hablado con Óscar, bueno hablar,hablar... lo que se dice hablar no, nos hemos wasappeado.
-Ajá - le digo esperando que continúe con la narración.
-Es todo tan extraño, le echo de menos, no a él en si,en realidad lo que añoro es lo que me hacía sentir.
-¿Te arrepientes de haberlo forzado a que te dejara?.
-No, si... no sé.
-Así me gusta Ana, las cosas claras.
-¡Dejémonos de tonterías Mer!, él no luchó y yo ya estaba cansada de llevar el peso de la relación, de disculpar sus continuas faltas de cariño y apoyo, que oyera pero no escuchara, de plasmar tantas y tantas líneas y la comprensión lectora brillara por su ausencia. O lo que es peor que leyera pero le fuera indiferente. 
-¿Lo querías?.
-Si Mer, todavía lo hago. 
-¿Estabas enamorada de él?.
-No Mer- su rápida contestación me hace saber que es la verdad y asiento mientras sigue hablando- pero recé por estarlo, hubiera dado todo por amarlo, lo di, aún sin hacerlo.
-Bueno princesa ya lo dice Sabina, amores que matan nunca mueren. Perdona sus ofensas como buena estudiante de colegio católico,déjalo salir de tu vida, cierra la puerta y si es posible, tira la llave al fondo del mar, como dice el dicho, está permitido tropezar dos veces con la misma piedra. Tropezar no es malo, encariñarse con la piedra si. Olvida lo que te hizo sufrir y recuerda los buenos momentos. Pasa página...
-No puedo Mer, hay cosas que no puedo perdonar. 
-Ana, no es sano vivir con rencor, no merece la pena hacerlo. No hace falta que te flageles más cari.
-Puedo perdonar todo Mer, menos su falta de honestidad.
-La verdad nos hará libres.....-estoy a punto de reírme pero consigo disimularlo con una tos que suena un poco extraña.
-Mer, no seas cabrona.
-Mira Ana, un día todas estas sensaciones y sentimientos te parecerán una verdadera tontería, pasará el tiempo y todo se diluirá. Lo bueno y lo menos agradable. Un día te enamorarás de verdad, conocerás a alguien que te abra las carnes, sentirás eso del aleteo de las mariposas de una forma tan contundente que me río yo de la teoría del caos.
Me mira con suspicacia y se sienta a mi lado.
-Anita, recuerda que nunca segundas partes fueron buenas y sobre todo que por mucho que Manrique se empeñara el tiempo pasado nunca fue mejor.
-¿Y tú Mer? ¿ contra qué luchas?.
.-Yo libro mis propias batallas corazón, aunque reconozco que voy perdiendo.