lunes, 1 de mayo de 2017

Ana y el escocés

Abrí la puerta con la confianza que da tener una llave y rezando para que todo fuera una falsa alarma ,pero no tuve suerte.
La escena que encontré al entrar en el piso superaba con creces todos mis temores. Ana roncaba en medio de una gran mancha de vómito que había dejado para el arrastre su preciosa alfombra persa. Un olor nauseabundo inundaba la habitación y corrí a abrir los grandes ventanales por los que tantas veces había disfrutado de las vistas del parque.
Sobre la mesa una botella de Macallan vacía y un vaso bajo al que todavía le quedaban un par de tragos.
-Anita corazón, vamos a meterte en la ducha antes de que vomite yo también,¿no te da vergüenza empezar una fiesta sin avisarme?.
Mientras un gruñido demasiado parecido a un lamento salió de su boca, la ayudé a incorporarse y le eché una miradita a la alfombra. ¡Joder, Ana se iba a cabrear!.
-¡Preciosa mírame!-le dije al acompañarla al baño- Si a ti nunca te han gustado los escoceses y te has bebido uno enterito...
Su carcajada no tardó en llegar, esa era mi Ana, ya podía estar muriéndose que le encontraba la parte cómica a todo.
-¿Cómo estás a parte de mal?, ¿crees que puedes ducharte sola o te froto la espalda?.
-Mer, ¿qué haría yo sin ti?- soltó mientras a duras penas era capaz de desnudarse y mantener el equilibrio mirándome por una rendija de sus ojazos verdes.
-Lo que puedes hacer por mí es lavarte ese pelo, ¡nena hueles fatal!, no escatimes en champú ni acondicionador.
-Te quiero Mer.
-Y yo a ti cosita.
Mientras dejo a la paciente bajo el chorro de agua después de asegurarme que las piernas le iban a aguantar, voy a la cocina y preparo café, no sé muy bien el motivo pero es lo que hacen en las pelis de serie B, café a litros. No voy a venir yo ahora a cambiar los rituales.
Levanto la mesita baja del salón y arrastro con cuidado la alfombra. Con un paño limpio parte del vómito antes de doblarla y meterla en una bolsa para llevarla a la lavandería.
Ana entra en el salón cabizbaja , con una toalla alrededor del pelo , se ha puesto una camisa ancha de cuadros y un pantalón de yoga negro.
-Mer, tenemos que hablar....
-Espera que sirvo el café.


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